domingo, 23 de mayo de 2010

Zizek y la maoización de la filosofía

Alfredo Triff

Llega a las manos de este aficionado a la lectura el libro de Slavoj Zizek titulado Primero como tragedia luego como farsa.* (Verso, 2009). Libro divertido y colorido, también fallido. Casi al final del texto en su capítulo titulado "La hipótesis del comunismo", Zizek axiomatiza:  
Quisiera proponer dos axiomas: 1- El fallo de partido comunista es primeramente un fallo de la política anti-estatal, es decir, romper la coerción del estado y reemplazarlo con formas de no-representativas de organización directa ("concilios"). 2- Si no tienes una idea clara de con qué quieres reemplazar el estado, no tienes derecho a substraer o salirte del arreglo estatal. En lugar de distanciarte del estado, lo que hay que hacer es tratar de que el estado trabaje en una forma no estatal. 
¡Qué tizaaa! Me refiero al axioma 1º, (o el fallo de Mao), ¡error infalible! El axioma 2º, o el Forro, ilustra lo que podíamos llamar "el estado del estado susodicho". Aquí la retórica  zizekiana converge con el lenguaje intelectual del Suso. En traducción del eslovenio al habanero: "acere, no joda, no me haga revolución dentro de la revolución". (Slavoj, sin embargo, no le da crédito al Suso).** 

Aquí viene otro axioma:
Tenemos que repetir sin vergüenza lo dicho por Lenin en "Estado y la revolución": La meta de la revolución es la violencia no para tomar el poder del estado, sino transformarlo radicalmente cambiando su función, su relación con la base, etc.
¡Qué conclusión tan leninista! ¡No me defiendas Zizek!, diría la izquierda. Entre la derecha y la zizekierda, me quedo en Galiano entre Reina y Salud. De zarismo a comunismo, el fanatismo. De tópico en tópico, Zizek, el entrópico.

Propongo leer a Slavoj como una pastilla de menta. Por lo menos, Zizek se tira a la filozokear a calzón quitao. No disfrutar la antifilosofía antiexplicativa, antiargumentativa de Zizek sería tratar su tema favorito como un trauma que duele, que repele. ¡Todo lo contrario!, lejos de dramatizar el zizekismo procerístico, debiéramos tratar los axiomas zizekianos como signos posible de la historia, es decir, como historia-de-la-escoria-del- mosquito-del-signo, lo post-maligno.

¿Recuerdan Algo para recordar?
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*De cierta manera el título del libro es una coña, algo que aprecio y vacilo en el siempre performativo Zizek. ** Slavoj ni menciona al susodicho por su nombre en todo el libro. ¿Y esa falta de respeto?

4 comentarios:

JR dijo...

El maoísmo es preferible en ópera bufa de tres actos: primero, te sientas comódamente con la naturalidad de una flor de loto, luego, pujas con beneplácito dedicándole minutos de plenitud asiática a tu mente y en la tercera telonada halas delicadamente la cadena, imprimiéndole el componente yun al gesto radical. Por supuesto, le sigue un adiós. ¡Ah, y muy importante! todo ello sin intermedios.

Alfredo Triff dijo...

Acabó el eslovenio.

Anónimo dijo...

Nostalgia de los rojos?!

Anónimo dijo...

Domingo Rojo.

Fufu Manchu- Redactor de la Revista Granmista Procerista.