lunes, 20 de julio de 2009

Conversaciones en la Compañía de Tabacos de Filipinas o Barcelona y Miami, sin humo en nuestras bocas


Amílcar Barca

En el espacio donde el poeta Jaime Gil de Biedma recibía a sus clientes -…y posiblemente algún amante antes que el sida tocase a su puerta- , hoy transformado en un elegante sala de bar donde lo acogedor, y lo clásico se unen, Iván de la Nuez levanta su copa de cava junto a las nuestras y las burbujas del recuerdo entre Miami y Barcelona estallan en cada turno de palabras. (A mi lado Ana Ochoa, la razón por la cual hoy estamos aquí reunidos, y su proyecto “Suite Miami”, que en breve prometo hablarles de esta pequeña joya que interpreta una vez más, una parte de la ciudad que todos compartimos. Pues bien, hablamos de la transformación del barrio Xinu en barrio del Raval, de los tiempos cuando la revista Ajoblanco ocupaba el espacio contracultural de los setenta en España. De los paseos semidesnudo del pintor Ocaña frente al teatro de la Opera del Liceo y del dibujante de historietas Nazario que desde la revista El Víbora reflejaba la vida de los “quinquis” -así se llamaba a los maleantes en los años 80- de la Plaza Real con un estilo propio pero sin olvidar a su maestro Crumb. Recordamos el proyecto de Food Culture Museum que Miralda promovió infortunadamente aquí y que ha presentado varias veces en Miami. De Pasqual Maragall, el alcalde que transformó la ciudad bajo un instante de rauxa –adjetivo de la lengua catalana para denominar el estallido de creatividad incontenida que un individuo posee. Del rumbo que va a tomar el prestigioso CCCB (Centro de Cultura Contemporànea de Barcelona) institución donde
Iván estuvo desde su fundación; de su etapa en el Palau de la Virreina como curador y de su catalanidad entendida como una apertura a todo lo que venga y al respeto por todo lo añadido. Pero Miami y su lenguaje también estuvieron alrededor del brindis: la ciudad que se empuja a sí misma a partir de Basel, y la que recibe los vientos huracanados de su crisis inmobiliaria. Salieron por supuesto “los pintores” -no especifico a nadie para que no haya envidias (je je je) y los que los promueven: sus “críticos” o gestores del espacio visual en el que habitan, de los que aún utilizan la pluma para hablar o del impacto de la última película de León Ichaso en la comunidad. Hablamos hasta del nuevo local que aglutinara en plan “neodemodée” la intelectualidad hispana en Decadencia y del Centro Cultural Español o de Books and Books. De las famosas cenas improvisadas en casa de los propietarios de este blog, y de la importancia de Tumiami en la comunidad no sólo cubana sino también miamense. Hablamos de “derechas e izquierdas”, pero no de buenos ni de malos. O desde la libertad, la trasgresión, la crítica y la originalidad, conversamos sobre el humanismo que todo proyecto de hoy requiere para ser expuesto a la globalidad. Cuando las copas ya estaban vacías y la fresa que coronaba la boca de la copa se posaba en los labios, le formulé con la misma dulzura-ácida de este fruto la siguiente pregunta: “Por cierto, ¿tienes hijos Iván?”. Arropado por la piel de becerro oscura del sofá y más como un gentelmen irlandés en un pub que como un caribeño de origen, me respondió: “No por favor, no soportaría que nadie se repitiera como yo”. Con lo cual quiero constatar lo irrepetible y cotidiano que fue este encuentro bidireccional entre dos metrópolis y el asombro que me produjo que alguien que no hubiera nacido allí supiera al dedillo los entresijos de la ciudad donde me crié.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Amilcar: Vaya vida que te das...

JR dijo...

Hay un nosequé en esta crónica de nuestro catalán que me hace pensar en un repercutor: el efecto Tumiami. Es como el butterfly, pero menos metafísico y con más licor. Y no acabo de explicarme la causa...no acabo.

Unknown dijo...

Saludos para el señor de la Barca e Ivan de la Nuez.

A.B dijo...

Hola a todos me gustaría aclarar un pequeño error de transcripción

donde dice: "que él ayudó a crear el CCCB" debe decir: "donde estuvo desde su fundación"

Gracias y perdón

A Jesús Rosado

Preparate porque aquel proyecto "secreto" que tenemos guardado tu y yo con aquel nombre provocador sobre la pintura cubana ha impactado lo suyo a nuestro amigo Ivan, y da su pleno y efusivo apoyo. Así que cuando regresé hablamos.

Un abrazo a todos a finales der julio regreso

Amilcar Barca

Elemental Watson dijo...

“Salieron por supuesto “los pintores” -no especifico a nadie para que no haya envidias…je je je”

Je je je me digo yo. Pero quién puede asegurar que nos reímos de lo mismo: Secretamente, en curiosa voltereta de oficio, la ciudad donde te criaste puede volverse ciudad-metáfora de tus aciertos y desatinos con pintores entrecomillados de Miami. Felicidades y buen provecho con el puñado de lecciones que tal encuentro ayuda a completar. Por encima de trivias, secretos y supraverdades, en el humo denso de la conciencia estética, etílica, simpatética se agradecen curadores curados.
Altamente eróticos cuero de becerro y fresa.

Alfredo Triff dijo...

Estrechar lazos entre pueblos...

RI dijo...

Querido Amílcar, qué ganas nos das de estar allí con ustedes, repitiendo esos encuentros, entre tragos, risas, complicidades, con Iván hundido en el sofá.

Anónimo dijo...

Den mas detalles de "Suite Miami" PLEASE

Anónimo dijo...

Rosado, por que censuras los comentarios?

Anónimo dijo...

Tenian que hablar de la mierda de lso blogs. Que aburridos son ustedes.

Coconut Groove dijo...

Oye si, mi comentario no salió!! Me lo censuraron!!?? Comenté sobre el comentario de los hijos. que los hijos no son clones, uno no se reproduce en los hijos como no somos reproducciones de nuestro padre. Esa idea de Ivan es bien extraña.
Por que censurar eso?

Alfredo Triff dijo...

CG: No hay censura. A veces atiendo los comentatios desde mi i-Pod. Disculpa.

IváN dijo...

Amigos: agradezco a AB y Tumiami por el recuerdo de ese mediodía. Fue muy poco tiempo, en realidad, y estaría muy bien repetirlo. Un montón de gente estaba "allí" en nuestro diálogo. Coconut, no te preocupes mucho por lo que dije. Estoy de acuerdo contigo: los hijos no son clones. De hecho, creo que dije algo más simple: que no me gustaba reproducirme. Entiende que, además, tenía una fresa en la boca. Un abrazo desde acá. O "Allá", según se mire.

Anónimo dijo...

Elemental Coconut siempre se pone enrevesado cuando aparece en escena Barcelona y sus amigos y enemigos de aca y de alla.