lunes, 31 de octubre de 2005

Si del cielo te caen limones...

Por Laura Luna

El silencio necesario que olvidamos cotidianamente, nos lo impone la naturaleza de vez en cuando para que sepamos que ella es la que manda (por si se nos olvida en nuestro civilizado distanciamiento). Entonces, sin remedio, surge la introspección y las subsiguientes tomas de conciencia ...no hay en que entretener el pensamiento. Me he preguntado y respondido muchas cosas en estos días en que mis hijos y yo, como pasatiempo, nos hemos sentado pausadamente a conversar sobre mil cosas que no hacemos en tiempos normales. Me he negado rotundamente a la histeria norteamericana, la cola en las gasolineras, el desespero por la comida y el blasfemar porque no hay televisión. No he querido mirar muy detalladamente los destrozos del techo de mi casa y la desnudez de mi patio.... de todas maneras, la vida continúa. El eterno cambio y nuestra capacidad de sobrevivirlo o no, de hacer lo mejor con lo que nos toca o sumirnos en el desconsuelo. Hemos jugado Chinese Checkers, Dominó y juegos de manos. Hemos leído. Cocinamos todos los días al aire libre, dormimos con las ventanas abiertas. Retornamos a ser una familia normal, saludable, sin apuros ni estrés por unos días. A pesar de las pérdidas materiales, a pesar que muchos de nosotros no saben cómo van a resolver sus desastres en los días venideros, ha servido la pausa para reiterarnos que no agradecemos suficiente todo lo bueno que tenemos y que otros seres del planeta reciben como un lujo. Nos toca disfrutar más lo que tenemos, apreciar ciertos lujos, cuidar aún más lo que nos queda. Agradezco entonces a Wilma que hoy veo la vida algo más clara que una semana atrás.

domingo, 23 de octubre de 2005

Respiración de la memoria



"En la vida, lo esencial es hacer juicios a priori sobre todas la cosas. Pareciera, en efecto, que las masas se equivocan y los individuos siempre tienen razón. Pero hay que tener cuidado con deducir de ello reglas de conducta: necesariamente, ellas no tienen que ser formuladas para que uno las siga. Sólo existen dos cosas: el amor en todas sus manifestaciones y la música de Duke Ellington. El resto debería desaparecer y las pocas páginas que a continuación sirven para demostrarlo, extraen todas sus fuerzas del siguiente hecho: el argumento es totalmente verdadero porque lo imaginé de punta a cabo." -- Boris Vian en su prólogo a La Espuma de los días.

sábado, 22 de octubre de 2005

Caridad Mercader: madre de un asesino (I)


Por tumiamiblog

Les presento a Eustasia María Caridad del Río Hernández, nacida el 29 de marzo de 1892 en Santiago de Cuba y la futura madre del asesino de Trotsky. Después de la guerra hispanoamericana, la familia del Río se estableció en Cataluña. Los padres quisieron que Caridad se educase en el pensionado francés del Sagrado Corazón de Jesús. Durante su juventud, Caridad era presa de grandes arrebatos de misticismo. A los diecinueve años la joven se casaría con Pablo Mercader, nacido en Barcelona y de familia respetable. Desde entonces se la llamó Caridad Mercader. De este matrimonio nacieron cinco hijos: Jorge, Ramón, Pablo, Luis y Montserrat. El segundo, Ramón, nació en Barcelona el 7 de febrero de 1913. La felicidad de los Mercader no duró mucho. En 1925 Caridad abandonó el domicilio conyugal, dirigiéndose a Francia con sus cinco hijos. Residió principalmente en Burdeos, donde sostuvo relaciones con un piloto aviador y militante comunista. En dos o tres ocasiones intentó suicidarse por razones que permanecen oscuras. En 1928 Caridad viaja a París con su familia y milita durante años en la XV sección del Partido Socialista francés (SFIO). Gracias a su origen cubano, Caridad cumpliría misiones internacionalistas en Cuba, México y otros países de la América Latina. Tras el comienzo de la guerra civil española, Caridad Mercader militó en el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) ligado a la Internacional Comunista. Fue nombrada secretaria de la Unión de Mujeres Comunistas. Combativa, audaz y enérgica, fue jefe de una brigada comunista en el frente de Aragón durante los primeros meses de la guerra. (En la próxima parte les contaremos el vínculo entre Caridad, un tal Vidali, Rabinovitch el judío francés, y el tenebroso Jacson-Mornard).

viernes, 21 de octubre de 2005

27: the man with the hat (II)


Por Alcides

Los taxis son baratos en esa ciudad, imitan el estilo y los precios de New York. Le resultó agradable reparar en ello, una especie de alivio. No conocía la dirección exacta pero recordaba cómo llegar. Le dio instrucciones al taxista y éste las siguió al pie de la letra, indiferente. A los quince minutos empezó a ver las putas de la Hillsborough y supo que ya estaba en la zona. “Doble ahí”, le gritó al hombre. Las gomas aullaron y al menos cinco aves del crepúsculo echaron a volar rumbo a su devoción, un sol fúnebre y rojo. Pagó y se encaminó al trailer, en cuyo interior brillaba una bombilla. Le dio un empujón a la puerta y se lo encontró a él, sonriente, como si la estuviera esperando, con una sartén en la mano y un salmón grande; al fondo, sobre una mesita, dos botellas de Concha y Toro -una empezada. Lo halló bonito, olía bien y todo parecía en orden. Vio la pistola en el sofá sin brazos y se asutó. “¿Estás loco o qué?” El la agarró y la sentó en su única silla. “Cálmate –le dijo-: descompleté el dinero con el vino y este pescado; también compré enfori... Cuando llegué con la persona, no me alcanzó ni para una bala.” Pasaron la mejor noche del mundo, pues no recordaron el pasado ni pusieron sus mentes en el futuro; sólo bum! bum! y umbrales fuertes: amor, energía, dolor curativo. En la mañana ella tomó un avión de regreso, después de pactar que no se verían nunca más y que él no se mataría. Ni ella tampoco. (27: the man with the hat (I) fue publicado el jueves 6 de octubre)

jueves, 20 de octubre de 2005

Un cabello dorado (segunda parte)

Alejandro Robles

Como es lógico (imaginar algo diferente sería mancillar aquel instante), supuse que el cabello había pertenecido a una mujer joven y hermosa. De haber estado frente a mí, me habría bastado con admirarla a obligada distancia, en silencio y con el mismo detenimiento y entrega con que contemplaba ahora su hebra dorada. El filamento de la belleza, ornamento del rostro, rayo de luz perfumado, hilo de la delicia, fibra de la sensualidad y la caricia, brizna que se despeina con la brisa… Me solacé imaginando también que tomaba el cabello y lo llevaba a un laboratorio criminalista y que después de indagar su ADN, la buscaba, no para importunarla con deplorables argumentos de seducción, sino para decirle que uno de sus largos cabellos me había servido de refugio en medio de mi circunstancia. De pronto, una pareja avanzó por el largo corredor en dirección al baño que estaba en el fondo. Desde mi incipiente inglés los escuché hablar de una niña (la cual según pude entender ni siquiera tenía el cabello rubio), que golpeaba contra el respaldo del asiento la cabeza de una muñeca de largos cabellos rubios; la embestía con tal frenesí que terminó por arrancarle la cabeza. La pareja, y el resto de los pasajeros, se sintieron aliviados al ver que la niña y su madre dejaban el autobús, porque además de azotar y decapitar a la muñeca, gritaba inconsolablemente. Regresé a la correspondencia de Flaubert y leí una línea sobre la imitación de la realidad, capaz de lograr el arte de la escritura. Pensé que Flaubert no habría podido imaginar jamás los niveles de exquisitez e imitación de la realidad que podía alcanzar en pleno siglo XXI un cabello de muñeca.

miércoles, 19 de octubre de 2005

Bloguéame así

Por Rosie Inguanzo

El fenómeno de tumiamiblog ha devenido una nueva corriente literaria que hemos venido a llamar blogoliteratura: escrito breve, capsular, nunca se extiende más allá de 350 palabras, libertad de temas. Un buen post debe ser capaz de llenar los "espacios vacíos" que deja la prensa oficial o convencional. Notemos como nuevos vocablos con el prefijo, infijo y sufijo blogo-, -blogo- y -blogo, son asimilados intempestivamente por el léxico mayamense. Vocablos de moda: bloguera, blogolandia, blogovanguardia, noctambuloblogoagresor (Machetico sabe de lo que estoy hablando). La blogopoesía (poemas de aquellos comentaristas que ni siquiera reclaman autoría). El blogotexto, las blogopolémicas. El imperativo "bogotízate". Expresiones como Tócame el blogopunto mima, bloguéame así o blogopuchi, comienzan a minar los blogotextos y blogocomentarios. Ese precisamente es el valor cognitivo del blog; el blogoempiricismo a través del cual nos salimos del texto para contextualizarnos. A través del ejercicio de la blogoliteratura y la blogoparticipación, aprendemos sobre aspectos de nosotros mismos. Somos protagonistas de un fenómeno social contemporáneo: triunfa históricamente el espacio que compartimos en el sáiber espéis

martes, 18 de octubre de 2005

Si lo comprendes todo...


Por Boddidharma

La verdadera visión no es sólo ver viendo, también es ver sin ver. La verdadera comprensión no es sólo comprender comprendiendo, también es comprender no comprendiendo. Si lo comprendes todo entonces no comprendes. Comprender es ni comprender ni no comprender. Se dice en los sutras: "Apartarse de la sabiduría es una estupidez".

lunes, 17 de octubre de 2005

Tu cita: este miércoles con tumiami

Por tumiami

Blogolandia: Tumiamiblog tiene un poco más de un año de vida y queremos celebrarlo con un congreso este miércoles, 19 de octubre, a las 8pm en el Teatro Tower de la Pequeña Habana. Vale la pena vernos la cara, pasarla bien. No se asusten con lo de “congreso”. No es más que una coña. Tumiamiblog se toma en serio, pero en todo haber cultural debe haber una inclinación a la puya, la chanza. En fin, este evento es una manera de participarnos y dejar que la máquina siga adelante. Hay sorpresas que queremos compartir con todos. A continuación les avanzo un protocolo tentativo para la noche: 1. 8- 8:30 pm: Bienvenida en el vestíbulo del teatro, con vino y hors d’oeuvre. 2. 8:45 pm: Presentación powerpoint de los highlights de este año (a cargo de Luis Soler). 3. 9- 10:00 pm: Serie de mini-ponencias de los colaboradores de tumiami (incluyendo canciones de blogocolaboradores). Entre los temas a tratar figuran: Bogotravestismo, blogoliteratura, blogopoesía, la blogonoticia, blogochusmería, qué es blogocultura, blogoadministración y blogocensura, la blogocomercialidad, qué es blogoenlace, etc. 4. 10:00 pm: Participación del público y despedida (over at El Pub, con café con leche y tostada con mantequilla). Recuerda que sin ustedes no hay tumiami. Nos vemos todos el 19 a las 8 pm en el Teatro Tower: 8 Calle y 15 Avenida del Sáu Güé.

domingo, 16 de octubre de 2005

La Chuna cumple 80


Hoy nuestra Chuna cumple 80. Ese número, encarnado como ella lo lleva, merece respeto y admiración. Chuna bella, toda blogolandia te desea muchas felicidades, y que cumplas muchos más junto a tu querido Bill.
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Photo courtesy of Mariel, with the following dedication: To the forever young & beautiful La Chuna, happy birthday. I love you Mom.

La ciudad perdida

Por tumiamiblog

Ayer, en el Cosford Cinema, vimos la película Lost City, dirigida por Andy García, con libreto de Cabrera Infante. La cinta me llevó a un lugar específico vivido en la infancia y luego comprendido en los libros, en las fotos y la ausencia... residuo de espejismos extraviados. Puedo apurarles que a la película le sobra media hora, que está sobre-musicalizada y que puede prescindir un poco de los chistes de Bill Murray (en un buen papel como "The Writer"), así como de una última aparición de Meyer Lansky (protagonizado por Dustin Hoffman), en Nueva York. Me gustó Inés Sastre y el propio Andy en su papel de Fico (aunque no pudo evitar -como director- el sentimentalismo que lo caracteriza). Pero vuelvo al sujeto del film: La historia de Infante de esa Habana que existe en la memoria documental en blanco y negro, repleta de entes muertos o ya muy viejos, fichas en un juego en que cada cual tiene asignado un estricto papel. ¿Revolución, Guerra Fría, mala suerte, o, simplemente ser cubano? Vivimos paliando los olvidos de la próxima movida para no presentir el mismo desenlace.

sábado, 15 de octubre de 2005

Flor hostil


Por Manuel Sosa

Hundirse en la pulpa y allí crecer en la expansión del deseo: Así envuelve la deferencia mi rigidez, en capas flexibles, membrana de orquídea y manto de satén. La blanda pulpa invitando desde su profundidad; destello que se ensancha aprisionando, apoderándose de un color y un portento. En mi encierro metafísico sigo palpándola contra la mugre del diván. Su olor me adivina presto cuando me aferro al alféizar, y la mano libre baja hacia mi crecimiento y allí le oprime hasta el dolor. Sabor a concha, resbaladizo en sal, erosión lejana que me acerca a su talud y confunde los dobleces. Cuando no la percibo, la puedo dibujar como fruta coronando su arbusto, derramando su jugo sobre la tierra. Cuando no la diviso, presiento su humedad entre cuanta corola pretenda encumbrarse. Pulpa no-deshecha, abierta ante el tacto y los ojos que no cesan de imaginarle.

viernes, 14 de octubre de 2005

El NO


Por Alfredo Triff

Lo paradójico de la negación es que afirme. La razón humana concibió lo extraño y maravilloso de una empresa que aún no lo era: tomar una falta y llevarla al otro lado de su incertidumbre. ¡Qué audacia! Al comienzo de la idea, todo está saturado. De ahí le sobreviene una extrañeza consigo misma. Mira el mundo, se pregunta “¿Cómo no lo vi antes?” Qué zozobra debe ser, justo en ese comienzo, ir en pos de lo ajeno hacia la nada. En esa duda terrible está la promesa. Todo siempre se revuelve contra sí. Recién nacido que le apuesta al todo por el todo. Ahí está el fértil desliz, ir en pos de lo extraño. La preñez de esa negación acepta la frontera del tedio como una excusa, sin por ello abandonar la posibilidad de negarse de nuevo (Ojo: lo que se hace una vez se hace dos). El firme, obvio, indiferente. El NO con mitad de quizá, y en lo profundo de su ser, aserción y fe.

jueves, 13 de octubre de 2005

Black hole


Por Rosie Inguanzo

El amor se asemeja a los black holes: un movimiento concéntrico termina por hacer desaparecer al objeto. De igual modo rescata a la víctima de disolverse en la nada. Y eso hace de su amor una estrategia luminosa. Él me salva de la locura. Me afilio a él para no volverme loca. Y al cigarrillo... y a la escritura, y a la manera obsesiva con que realizo algunas tareas y cumplo con algunas perversiones.

miércoles, 12 de octubre de 2005

"Borges y yo"


Por Jorge Luis Borges

Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o la tradición. Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro. No sé cuál de los dos escribe esta página.

martes, 11 de octubre de 2005

Un cabello dorado (primera parte)


Por Alejandro Robles

Después de cruzar la frontera de Matamoros, en condición de asilado político, viajé en autobús durante 36 horas continuas para llegar a la ciudad de Miami. Ingresaba en autobús a un nuevo país, a una nueva lengua. Llevaba sólo una pequeña mochila con algunos objetos de aseo personal, algo de ropa y seis o siete libros. Cuando subí al autobús ya había algunas personas a bordo y otras tantas habían bajado antes de que yo subiera. La parte trasera del autobús estaba vacía, elegí un asiento en el fondo, me recliné. Abrí un libro –una selección de la correspondencia de Flaubert- y me dispuse a leer. Sin embargo, a las pocas páginas comprendí que apenas si podía concentrarme en las tribulaciones y angustias literarias de Flaubert. Para mitigar mi ansiedad miré por la ventanilla del autobús, pero tampoco hallé consuelo en el paisaje, inmutable, ajeno, que se dilataba ante mis ojos. Miré entonces a la fila opuesta de asientos y en la cabecera del asiento que tenía frente a mí, advertí de pronto, iluminado por la luz que se filtraba a través de los cristales, un largo cabello dorado. Alguien --una mujer sin duda-- había viajado en aquel autobús; uno de sus largos cabellos había quedado adherido a la cabecera del asiento y flotaba en el aire como si danzara con vida propia. Me demoré siguiendo con la mirada su grácil pantomima en medio de la luz. El cabello ascendía y descendía como si siguiera los dictados de un ánima liviana y luminosa. Me sentía tan conmocionado y aturdido por mi nueva circunstancia que me refugié en el largo cabello que rutilaba ante mis ojos (tesoro dorado de ligereza y levedad). El mundo desapareció y se concentró en la frágil hebra dorada. En su simpleza, aquel cabello era tan sutil y liviano como una nube, tan protector como una coraza.

lunes, 10 de octubre de 2005

Asesinato pasional




Por Niurka

El catorce de febrero de mil novecientos noventa y dos, Clara Suárez, una preciosa mujer que había sido miss simpatía en un concurso, vivía los momentos más felices de su vida. Había llegado a este país para iniciar una maestría en Washington University. Más tarde matricularía en un programa de graduados de una universidad en Texas. Fue allí donde conoció a David Harris, el amor de su vida. Ese día de San Valentín la pareja se encontraba en el hotel Nassau Bay Hilton, en Houston, listos para casarse. Ni en la más atroz pesadilla Clara pudo prever que diez años después, en el estacionamiento de ese mimo hotel, ella conduciendo su lujoso Mercedes Benz, con la hija del primer matrimonio de David Harris sentada en el asiento de al lado, iba a pasar cuatro veces por encima del cuerpo de su marido, a propósito. Los amigos de la pareja no lo pueden creer. Clara era dulce y encantadora, con una excelente educación, éxito profesional, elegante, enamorada de su marido, madre de unos gemelos de cuatro años. Y él, un ortodoncista de 44 años de edad a quien todos recuerdan como el tipo más simpático del mundo, lleno de energía y amor... “No se trataba solamente de una pareja de casados, eran socios además. Sus vidas estaban atadas por todos lados”. ¿Qué puede sucederle al corazón de una mujer para cegarla y llevarla a ese punto desquiciado? Otra mujer. En julio, de ese año, la familia fue de vacaciones a Jamaica y al regreso de esas vacaciones fue cuando empezó a desatarse el drama. David se mostraba distante, extraño. Una mañana Clara lo confrontó y fue entonces cuando él confesó: “Hace meses que estoy con María, la recepcionista…”

domingo, 9 de octubre de 2005

Alfredito Rodríguez, E.P.D.

oto: Pedro Portal. Semblanza: Alfredo Triff

Alfrdito Rodríguez nació en La Habana y estudió piano con el maestro Perez-Censenat. En los años 60 viajó a Nueva York y empezó a tocar con orquestas latinas de renombre. Su pianismo tenía de Pepe Palma y Charlie Palmieri, con es lirismo armónico sutil a-la-Evans. Conocí a Alfredito una noche de lunes en Salsa Meets Jazz en el Village Gate. Coincidíamos con La Charanga 76, que por aquel entonces estaba pegadísima en Nueva York. El trompetista invitado era Woody Shaw, ya ciego y destruido por la tecata y la cocaína. Alfredito usaba maricona carmelita lustrosa, muy de moda en la época, al igual que José, el utilero y virtuoso bailarín dominicano de la banda. Entré al camerino buscando un cigarro en la maricona de José y me encuentro una calibre 38 junto al libro Bel-Ami de Maupassant en francés. Y pensé "¿Oscarito el figurín dominicano lee a Maupassant?" Y me tropiezo con el pasaporte de Alfredito.

Vestía elegante, por suerte para las rubias que lo admiraban. Era taciturno, pero cuando le tocaba un solo se le iluminaba la cara con una amplia sonrisa. La última vez que lo vi fue durante el invierno brutal del 82. Tocábamos con la Charanga América de los Maysonet. Lo recogí y lo dejé en el subway. Alfredito vivía en el Bronx, no lejos de Chocolate Armenteros. Había bebida por el medio. Dentro del auto me hizo una confesión: "He perdido mi vida. No tengo absolutamente nada". Lo vi alejarse con su sobretodo negro en la noche blanca. No supe más de él. Y es que Alfredito encontró otra vida en el París que tanto amaba. En la ciudad del sol se hizo de otro nombre y nos dio 23 años más de buena música.

sábado, 8 de octubre de 2005

Nan Goldin: Soy tu espejo




















Por Alfredo Triff

“Ante la cámara nadie puede dejar de posar,” dice Susan Sontag en su tratado On Photography. No para Nan Goldin. Si la otredad es siempre sorpresa, la maestría de un fotógrafo radica en descubrir que el extraño lente puede cautivar lo más esencial. ¿Invasión en complicidad? Con Goldin la foto nunca es réplica objetiva, sino punto de vista; camino desde lo indudable a lo íntimo. De la misma familia de la Arbus y Larry Clark, pero con la magia del color, Goldin es maestra de la noche --acción desnuda en el interludio de un cuarto sans glamour. Momentos: Sexo bruto y prostituido, precedido por la tecata. Abrazo del amante que sabe que su cuerpo se pudre por dentro. El perfil exhausto e inquisitivo del travesti. La cara de Goldin hinchada por los golpes. La imagino en esa esquina –testigo muda, hecha una con la pared-- esperando pacientemente su momento de tirar. Hábil prestidigitadora cámara-en-mano, evidenciando nuestros incautos hábitos nocturnos: ásperos, tiernos, hastiados, siempre solitarios... protegidos de la mirada hostil y despiadada del mundo.

viernes, 7 de octubre de 2005

Gurus y parásitos



Por Ermigio Benveniste

Acabo de leer un libro de John Gray, el autor de Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus. El autor comenta sobre el significado oculto de la ropa interior femenina; si ella se pone seda, está lista a rendirse; un t-shirt de algodón con panties significa que no necesita foreplay. ¿Puede haber algo más simplista? Vivimos en la generación de los gurus-self-help. ¿Conocen a Carlson? Empezó Don't Sweat the Small Stuff y luego Don't Sweat the Small Stuff for Women y por supuesto, más tarde con Don't Sweat the Small Stuff for Couples. Tenemos gurus para bajar de peso, para relaciones, negocios, yoga, espiritualidad, etc. ¿Y el “self-improvement?” Una industria de 8.5 mil millones al año. Tony Robbins, un millonario cliché ambulante. Sus seminarios se titulan “Fecha con tu destino,” o “Libera tu poder dentro ti”, además de homilías como “El único límite a tu impacto es tu imaginación”. ¿No conoces la llamada teoría de la victimización? Estipula que la vida es una mierda, y si no lo crees, estás jodido: Todo lo malo que te ocurre es culpa de tus padres y la sociedad. O el principio del “fortalecimiento”: mind over matter. Eres un ser con suerte, un verdadero ganador, sólo necesitas creértelo. Puedes mover las montañas... --y quién no quisiera. Vivimos en una sociedad administrada por charlatanes y con una industria de la desesperación que nos ha hecho incapaces de lidiar con nuestros problemas. Admiro al Rasputín que descubrió la decadencia del régimen Zarista y usando sus curas místicos llegó a la élite y la alcoba de la Zarina. Pero estos “gurus” de la autoayuda de hoy no son más que parásitos. Ser feliz es fantástico, ideal, pero no necesitas de un místico, sino una dosis de amor propio y mucha paciencia.

jueves, 6 de octubre de 2005

27: The man with the hat (I)


Por Alcides


“Gracias por el dinero –decía el mensaje-: en realidad me regalaste una pistola, algunas balas, pum!” Cerró de un tirón la computadora, como si pudiera espantar la visión. Se echó para atrás en el sofá nuevo y por primera vez se acostumbró a él. Se sentía protegida por el mueble, que hasta tenía brazos para rodearla. No había nada en su cabeza, sólo la idea de una caída, pero su corazón iba a mil y el llanto brotó de su garganta. Gritó y las paredes vacías del apartamento le devolvieron la voz, atenuada. Corrió para el baño y empezó a lavarse la cara como lo hacía él: sin conciencia del tiempo. En el espejo veía a una desconocida con ojos de haber sufrido mucho, en el pasado y ahora. “Dios, ¿es mi culpa?”, le preguntó varias veces a la imagen, que lo único que hizo fue repetir sus palabras uno o dos compases después. Se vistió a la carrera, metió algunas cosas en un bolso y salió para el aeropuerto. Las nubes le dieron tranquilidad, la sensación de que si su vida, ella entera, estaba en peligro, a miles de pies de la realidad, los demás sufrimientos no importaban tanto. Aterrizó, en todos los sentidos posibles, una hora y pico más tarde, y su corazón volvió a recordarle que allí seguía.

miércoles, 5 de octubre de 2005

Memorias de Miami




Por Amílcar Barca

Recuerdo que al poco tiempo de establecerme aquí conocí a Pau Llosa. Mi primera pregunta fue: ¿Ud. sabe dónde se emborrachan los poetas en esta ciudad? No hubo más respuesta que el sonido de la okra en su boca. Un día, el sol estaba fuerte con su vientre abierto hacia las doce y, no lejos de News Café, yacía el cadáver de Versace en la Casa Casuarina. Nestor Díaz erotizaba a la disidencia en el refugio de Pepe Horta mientras Albita, con el machete en sus palabras, abría la noche y la nostalgia. Yo era un cero a la izquierda, mis manos se hundían a diario en el fregadero de una escuela y sólo hablaban con el acero de la olla y el detergente. Me gustaban los paseos bajo la sombra del ficus y los parques sin apenas bancos de lectura ni senderos. Venía de una ciudad donde no se podía pisar la hierba y mis pies se hundían en la misma como el algodón de una toalla lo hace con el rostro. Frecuentaba Wainwright Park, iba en bicicleta: la gente siempre hablaba de Dios y de una isla. Soñaba con arriar una canoa, otear los patios traseros que nos ofrecen los canales en su curso. Recuerdo ya no más recuerdos en el mar... y por cierto, tengo que vestirme y desnudarme. Y decir que sigo en ella como un poema de manglar donde la lírica se sucede en cada encuentro con la espuma. Al mediodía de ayer, bajo el chubasco y el oleaje del Atlántico, un amigo y yo soñamos con un malecón en South Pointe. Este recibiría como ahora la recopilación del día, o la memoria que cada individuo de esta ciudad le cuenta al horizonte por las tardes.

martes, 4 de octubre de 2005

Moforibale a Orula


Por Jesús Rosado

El fenómeno del sincretismo religioso afro en el Caribe antecede a las estrategias de penetración ideológica en las sociedades modernas. Para preservar la naturaleza ritual los negros esclavos importados de África se vieron obligados a negociar su panteón sagrado con la teología del Viejo Mundo. De ese modo -¡Oh maravilla de la religiosidad!- la fuerza de trabajo primitiva subvirtió astutamente el proceso a su favor, invadiendo los estratos del amo con un discurso litúrgico avasalladoramente seductor. Dios se transformó en Olofi, Santa Bárbara en Shangó, la Virgen de la Merced en Obatalá (hombre en el complejo yoruba y progenitor de Orula, Padre Tiempo de los Congos), el Orisha de la adivinación, gran consejero de los hombres cuya celebración es hoy 4 de octubre, vino a identificarse con el más místico de los santos: Francisco de Asís. Lo asombroso es que el acervo tribal africanoide continúa su expansiva secularización, fusionándose insólitamente con las más sofisticadas culturas. Así tenemos que la vigorosa ensayística mejicana ha comenzado a enfocar su interés en Orula y su intricado sistema adivinatorio del Ifá, desplazando la atención de los temas precolombinos. De Europa también llegan testimonios, como el correo que recibí de un amigo músico radicado en Copenhage que había ido a consultarse con un hijo de Orula en el centro comercial de la ciudad. Sorprendentemente se trataba de un babalawo de piel nívea y cabellera rubia, pura sangre escandinava. Orula se ha incorporado a la globalización cultural, haciéndose frecuente en redes informáticas o participando de la dinámica mercantil en la economía más poderosa del orbe, desde el auge del trust de las botánicas en Miami, New Jersey y Los Angeles hasta la reproducción en serie de sus atributos en la industria turística. Basta contemplar a los paseantes japoneses a lo largo de Lincoln Road, luciendo en sus muñecas (orondos y sonrientes), los verdiamarillos iddés. Y es que el propio Orula se define como eleripin, que en castellano simple sería como afirmar: yo soy testigo de la creación.

lunes, 3 de octubre de 2005

Manual de la palabra


Por Alfredo Triff

Para alguna gente, todo pasa y termina. Pero hay cosas que nunca se acaban: las mareas, el tiempo, y las incógnitas del amor. La masa asume hechos concretos donde yo veo sólo apariencias. ¿Dar por sentado lo simple? Si la respuesta es afirmativa nos complicamos. La vida no es menos difícil porque no se piense en su perversa contingencia. Vivir no es formularse–incluso- la pregunta ni tampoco responderla. Mientras la vida me vive, pregunto cómo definirla. Hablo de la vida con, y desde las letras. Pregúntese para qué escribir. Se escribe para averiguarse uno mismo, para pasar del decoro al choteo, para matar el tiempo, por curiosear, por buscar consecuencias, por la paradójica admisión de la culpabilidad de existir; como amuleto, como prueba de paternidad, como boleto a la inmortalidad, por complacencia, por rutina, por el dolor de no poder morir, por lo dulce de que te lean, por no aburrirse de la vida aburrida, por una lucha entre el yo y el otro, la disyuntiva de abstenerse a no hacerlo, por la práctica de expresar; por ser satánico con las letras, adivinar una palabra, por ansiedad, por salirte de una mala idea, por puro divertimento; un "no" a la derrota. Se escribe por escribir y a veces por no escribir. Escribir es equivalente a aceptar la muerte. Admitir que la vida de mis malhabidas palabras terminan con este punto.

domingo, 2 de octubre de 2005

Desde la trincheras

Por tumiamiblog

Gentío y calor humano en el 801 Projects. Me reciben la tiras rosadas de Rebecca Guarda. Subo la escalerita y mi primera impresión son las imágenes en vídeo de Ramón Williams. “Qué volá ¿y la Cafeína, la viste?” Es Fornés. “No, no la conozco”. Saludo a la Chuna, a Marirene y a Bill. “Si quieres orinar te vas a la calle”, observa Carlos Villasante. Los baños han sido clausurados por el wrapping de Julie Kahn (por cambiar, entré al de las mujeres) mientras Bill Bilowitz vigilaba porsi. El Dany se aparece y me saluda con su sonrisa franca. Isa Alfonso, Lili, Grela, Celeste, Liz Cerejido con el gevo. Me escurro por el estudio de la Carballosa. Ruido de explosión. Octavio Campos en pleno performance: Detrás de una membrana de nylon cayéndole a pura mandarria a un televisor hasta despedazarlo -sin duda lo más catártico de la noche. Llego al estudio de la Ferraz, remanso de color. La abrazo mientras disfruto de criptogramas azules y soles amarillos. Al cruzar, me reciben Belkis, Carlos (sin Elio) y Mayra. Entonces tropiezo con la instalación fuerte, blanca y antiséptica de Arnaldo Simón. Bajo por la escalera de atrás hacia el patio y veo el assemblage de la Wischer. Y pienso: La estrategia es artificar al 801, convertirlo en una instalación/laberinto. Un camarero con un plato de croquetas suculentas me pasa por delante. A croquetear se ha dicho. En la calle, ¡blogolandia a la vista! Luis Soler y Heidi y el Vizca y Lourdes y Teresita... nos vamos caminando hasta Transit, y allí sigue la pachanga, y se me quedan las palabras del Fernan: “Alfre, Miami está de p....”

sábado, 1 de octubre de 2005

Tonight at 801 Projects...



Por tumiamiblog

Esta noche 801 Projects está encendido. Es un proyecto de curadoría de Susan Caraballo y Carlos Betancourt. Muchísima gente para un crossover distintivo Miami. Entre ellos, Octavio Campos, Ramón Williams, Edward Bob (alias Needle), Wendy Wischer, Rebecca Guarda, Nereida García-Ferraz, Elizabeth Cerejido, Arnaldo Simón, Humberto Peña y el fotógrafo-colaborador de tumiami, Pedro Portal. Hora: 9-12pm. Lugar: 801 S.W. 3rd Avenue (un poco al oeste de Brickell y casi tocando la conjunción I-95 Este. No te lo pierdas. Allí estaremos con un montón de blogueros.
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LLAMADO A LA CHUNA

Por Quaglinos

¡Chuna comunícate! La vida
¡Vida comunícate! La muerte
¡Muerte comunícate! La verdad
¡Verdad comunícate! La mentira
¡Mentira comunícate! La lucha
¡Lucha comunícate! La guerra
¡Guerra comunícate! La luna
¡Luna comunícate! La tierra
¡Tierra comunícate! La nobleza
¡Nobleza comunícate! La armonía
¡Armonía comunícate! La dificultad
¡Dificultad, comunícate! La solución
¡Solución, comunícate! La gracia