viernes, 7 de enero de 2005

Mi tiempo Miami

Por Isabel Alfonso

Desciendo por Biscayne. Ventanillas abiertas, brisa natural. Compruebo si otros sienten lo mismo que yo. Nada. Todos los carros con las ventanillas cerradas hasta arriba. Él, en su Volskwagen (último modelo). Aquella, acicalándose con su creyón Revlon en plena intersección. Todos herméticos y poco hermenéuticos. ¿Cómo es que llegué a parar aquí? Qué gente tan inerte. Sin embargo, nosotros también tenemos nuestro caballero de París. Un tipo aindiado, de dreadlocks y pañuelo, siempre haciendo mudras, comunicándose con la otra dimensión. El tipo aindiado recorre Miami de punta a cabo caminando... puentes incluidos. Regreso al principio. ¿Cómo es posible que recuerde detalles de mi niñez y se me olviden tantas cosas del momento en que llegué a esta ciudad? Mike Stern sonando en la 88.9. Menos mal que no hay gallos en Biscayne. “¿Cómo es que recordamos?”, me pregunto. Recordamos porque existe el tiempo. Reconocemos nuestra progresión en su transcurrir. Me doy cuenta entonces que mi sentido del tiempo –aquí— ha cambiado. De mi segundo nacimiento –la llegada–, recuerdo sólo lo que quiero recordar. La acumulación de horas-minutos-segundos se reduce. El tiempo se condensa y la distancia entre mi tiempo y el tiempo real se expande. Tengo tantos espacios en blanco que termino viviendo menos de lo que he vivido. En vez de quitarme edad termino quitándome años de estadía. El “hace cuánto tiempo que llegaste” me eriza los pelos, porque no he acabado de llegar. Luz roja. Tiempo anulado. Otra vez. Cruzando la calle, justo enfrente de mi carro, el tipo aindiado con dreadlocks y pañuelo me intercepta con la vista. Hace un mudra con la mano. Creo que me lee el pensamiento.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

El puentecito que conecta a Brickel con Biscayne es corto pero tan bonito. Un viejito cubano fue el que hizo la estatua de la familia nativa, encima, e toten con la flora y fauna floridanas. Isa, creo que has de estar en capacidad que fundar esa memoria del exilio o segunda memoria. Memoria multiple. La conciencia del tiempo se recoge en la memoria...de ahi que coleccionemos momentos unicos. Gracias por la reflexion linda. RI

Anónimo dijo...

Isa, muy buena su post. En vez de "Recordamos porque existe el tiempo", es posible que el tiempo existe porque recordamos?
El Invalido.

Anónimo dijo...

El poetico comentario de Isa apunta a ese tiempo "interno" de que hablaba el filosofo Bergson. Me agrado mucho este parrafo: "El tiempo se condensa y la distancia entre mi tiempo y el tiempo real se expande." Luego el comentario del invalido tiene mas sentido. No hay duda que hay un tiempo interno. Un ejemplo es este: cuando esperamos en la consulta del medico, el tiempo se hace infinito. Nos la pasamos mirando el reloj. Cuando estamos envueltos en una buena conversacion con vino y musica, el tiempo se va volando. Luego no es el tiempo mismo, sino nuestra percepcion del mismo.
AT

Anónimo dijo...

PENSANDO EN EL TIEMPO
Pensar es a menudo recordar, otras veces es imaginar. Hay quienes confunden lo uno con lo otro, no se si todos llegamos a esto, unos antes otros mas tarde, unos nos vamos antes de que esto ocurra. Otros vivimos muchisimos anyos con la mente clarisima.
Creo que somos lo que recordamos y si no recordamos quien somos? Sera que queda el crear, el imaginar? De donde saldra esa fuente si es que no recordamos? De donde saldra lo que imaginamos? Saldra de quien somos?, No. Saldra de quien fuimos? No, si es que no recordamos. Sera de quien hubieramos sido?, quien sabe?

Volviendo a lo del tiempo. El tiempo es algo raro.
El tiempo era distinto en Cuba, era distinto en Nueva York. Es distinto en el invierno es distinto en el verano.
Como dijo AT es distinto cuando se espera en la sala de espera de un medico que cuando se esta disfrutando con amigos. Es distinto en cada accion en que nos envolvemos. Es posible que el sabio tenga razon, que el tiempo no existe y que solo sea una medida arbitraria que creamos para tratar de explicar lo que no tiene sentido. Feliz Anyo Nuevo!
La Chuna

Anónimo dijo...

El tiempo pasa...y nos vamos poniendo viejos...

Violeta Parra.

Anónimo dijo...

El tiempo es como el viento

Anónimo dijo...

El tiempo es como el viento, arrastra lo liviano y deja lo que pesa.
Domenico Estrada

Anónimo dijo...

Ya es es tiempo que se pongan pa' las cosas y dejen tanta bobera, caballero. El tiempo es dinero y aqui se ocupa mucho tiempo y no se gana nada. Yo tengo todo el tiempo del mundo porque ya le pegue un tiro al camello y me paso el dia en el bacilon (gracias a mi negrona que tanto amo, que pincha pa'l estado) y hasta seguro medico tiempo. Le estoy haciendo la copentencia a Carmalina. Pero ustedes, salgan a trabajar mi ambias, pa' que se puedan tomar un lager en la bodeguita los martes cuando toca mi consortica Isa y mi Knaguele Kquison, Poveda. Dejen la miseria que hace daño!

El Ambia de Overtown

Anónimo dijo...

Isabel Alfonso: Se me habia olvidado felicitarte por tu semblanza, la lei pero ahora volvi a leerla. A veces a uno le pasan cosas asi.
Alejandro Ferreira de NY